Reflexion de la semana π
πΏ “La vanagloria que mata el espíritu”
Vivimos en tiempos donde el ego está en el trono. Todo nos empuja a mostrarnos, a recibir likes, aplausos y reconocimientos. Pero detrás de esa fachada se esconde un enemigo mortal de nuestra vida espiritual: la vanagloria.
Pablo advirtió claramente:
π “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.” (Filipenses 2:3)
La vanagloria es buscar brillar nosotros, cuando deberíamos ser espejos que reflejan a Cristo. Es buscar nuestra fama, cuando solo Jesús merece la gloria.
Y el problema no es solo “ser vistos”, sino el motivo. ¿Queremos que otros vean lo grandiosos que somos, o cuán grande es nuestro Dios?
El orgullo espiritual disfrazado (muchas veces con lenguaje piadoso) está matando el hambre verdadera de Dios. Está robando la sencillez, la humildad, la dependencia del Espíritu. Por eso, necesitamos volver a decir con sinceridad:
π “Señor, no a nosotros, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria” (Salmo 115:1).
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π₯ Llamado final
Hoy haz un alto y examina tu corazón. Pregúntate:
• ¿Por qué hago lo que hago?
• ¿Para quién quiero brillar realmente?
Pidámosle al Señor que nos libre de la vanagloria, y que nuestro único deseo sea hacer famoso Su nombre, no el nuestro.
β¨ “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe.” (Juan 3:30)